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Ejercicio, sé que quiero hacerlo, pero no puedo.

  • Jorge A. Jara
  • 26 oct 2017
  • 7 Min. de lectura

5 estrategias para re programar tu mente hacia hacer ejercicio.

Todo el tiempo estaba escuchando que necesitaba hacer ejercicio para bajar de peso y por salud. No fue sino hasta que me di cuenta de que pesaba más de 100 kilos y que me agitaba solo de agacharme a amarrar mis agujetas, que me preocupé. Varias veces había iniciado una rutina de salir a caminar, ir al gimnasio o inclusive correr unos 15 minutos diarios, pero a las pocas semanas lo dejaba de hacer. Además, me justificaba con el hecho de que había crecido con la idea de que mi profesión y el deporte no se llevaban bien y por eso veía la clara evidencia en mi vida de que esa creencia era verdad. Finalmente, acepté el hecho de que necesitaba ayuda y sin pensarlo mucho inicié un entrenamiento de TRX con un amigo que recién se había certificado como entrenador.

Cuando decides comenzar y no sabes por dónde.

Yo no tenía ropa deportiva, tampoco conocía ningún entrenador que me agradara y no sabía cuánto tiempo y dinero quería invertir en hacer ejercicio, pero cuando estas decidido parece que todo se alinea frente a ti para que no pongas más pretextos. De pronto, en el lapso de 5 días fui a ver a mi amigo para preguntarle acerca del entrenamiento de TRX, desenterré un short del último cajón del closet, pagué la mensualidad y decidí ir en el horario de 6 a 7 de la mañana.

La primera semana FUE HORRIBLE, con el puro estiramiento me cansaba y por alguna extraña razón los otros dos compañeros del grupo dejaron de ir y me quedé sólo con el entrenador, quien, dicho sea de paso, me tuvo mucha paciencia al enseñarme los ejercicios en el TRX.

¿Y qué es el TRX?, muchas personas me preguntan, así que les digo que es un entrenamiento en suspensión que te permite trabajar todo tu cuerpo con tu propio peso. Son unas cintas con manerales que evolucionaron de las cintas de paracaídas que utilizaban los marines del Ejército de los Estados Unidos para entrenar en el campo de batalla. Ahora me sentía como un recluta que comenzaba su entrenamiento militar.

Bueno, no te quiero cansar con los detalles de mi historia, así que ahora voy a darte las cinco estrategias que me ayudaron a re programar mi mente hacia lo que creía de mí y el ejercicio. Estas simples acciones me ayudaron a crear el hábito de entrenar y hoy en día sigo haciéndolo 5 días a la semana de una manera disciplinada y divertida.

5 estrategias para re programar tu mente hacia hacer ejercicio.

Ahora te daré las 5 estrategias que puedes aplicar para re programar tu mente hacia hacer ejercicio, al aplicarlas aseguras la posibilidad de crear un nuevo hábito saludable en tu vida.

Tan sólo piensa cómo va a ser despertar cada día y desear ir a entrenar el deporte de tu elección, ya que reconoces que hacer ejercicio no solo cambia tú cuerpo sino también tú mente y tú carácter. Eso es precisamente lo que vas a empezar a vivir con estas sencillas estrategias.

Te reto a poner en práctica hoy mismo estas estrategias y sentir los increíbles resultados que obtienes con estas sencillas acciones.

  1. Disfrázate de deportista.

Al menos yo lo veía así, me tenía que disfrazar porque no era una ropa que fuera acorde a mi persona ni a mis hábitos. De hecho, tuve que improvisar con un short que más bien era un traje de baño y una sudadera que tenía abandonada entre la ropa del último cajón del closet.

Los únicos tenis que tenía no eran propiamente los adecuados para entrenar y las calcetas blancas que encontré ya tenían el resorte más guango que nada. De hecho, me sentí muy extraño al salir a la calle vestido así, pensé que todo el mundo me vería y diría que era un farsante, pero después me di cuenta de que a nadie le interesaba verme más que a mí.

Si aseguras en el espejo, se va construyendo una nueva percepción de ti mismo. Finge hasta que te conviertas en eso que quieres ser. Algunas semanas después me fui a comprar un short y una playera apropiada para entrenar y me sentí muy bien porque sabía que me estaba convirtiendo en un deportista comprometido con su entrenamiento.

2. Busca un coach o entrenador profesional.

Como te decía al principio, este amigo que busqué se acababa de certificar como entrenador de TRX y estaba empezando su grupo de personas que desearan entrenar con él. Cuando llegue a verlo se sorprendió de que fuera yo decidido a entrenar y después me dijo que podíamos comenzar al día siguiente. Yo le pedí que me tuviera paciencia pero que me exigiera lo necesario para que el entrenamiento tuviera los resultados que según yo esperaba: Bajar de peso y tener mejor condición física.

Un buen coach te reta a hacer cosas que no sabías que podías hacer, exige más cada día y de alguna manera te lleva al límite para que trabajes en superar las barreras que muchas veces, tú mismo has puesto para no salir de tu zona de confort. Algo que aprendí con el entrenador es que el parámetro que debo de superar es conmigo mismo el día anterior.

Algo que aprecio mucho es que el coach me explicara cómo cuidar las posturas que hacía durante el entrenamiento, también el hecho de que me explicara para que servía cada ejercicio y cómo mis músculos irían haciéndose más fuertes mientras repetía cada serie de ejercicios cada día con un poco de mayor intensidad. ¡Cada repetición cuenta!

3. Que te cueste.

Paga por el entrenamiento, aparta un tiempo específico y esfuérzate para que te duela el cuerpo.

Muchas veces no apreciamos aquello que no nos cuesta, y no sólo hablo de dinero, también se paga un costo en tiempo y esfuerzo invertido en el ejercicio. Por eso te recomiendo que pagues varios meses por adelantado para que envíes a tu mente el mensaje de que ahora tienes que aprovecharlo o perderás tu dinero.

Apartar el tiempo en tu rutina diaria también implica la decisión de no estar en otro lugar (probablemente tu cama) en esa hora de ejercicio. Si ya estas invirtiendo el tiempo en entrenar, pues sácale el mayor provecho esforzándote para hacerlo lo mejor posible, y eso implica que al final empezaras a sentir ese dolor muscular característico de un cuerpo que ha estado en reposo por cierto tiempo.

Y te digo de una vez, que al día siguiente en el que por tu mente pasa el no ir a hacer ejercicio porque te duele el cuerpo, pensando qué si no vas, te va a doler más. De hecho, el seguir entrenando va a hacer que cada vez te duela menos, pero eso

4. Entrena con alguien de tu familia o con un amigo.

Es gracioso para mí recordar cómo cuando estaba cortejando de novio a mi esposa, decidí empezar a correr los sábados. No por un motivo de salud, sino que ella tenía por costumbre salir a correr los sábados por la mañana y yo, por pasar más tiempo con ella decidí acompañarla. Por supuesto con mi mala condición física no aguantaba mucho tiempo, y entonces mejor empezamos a caminar mientras platicábamos.

Una vez que nos casamos, eso de salir a correr los sábados se acabó, por lo menos para mí, porque ella siguió haciendo ejercicio. Hasta que comencé a entrenar TRX volvimos a hacer deporte juntos y hasta mi mamá y mis hijas se nos unieron.

Si haces deporte con tu familia, transformas positivamente la idea en tu mente de compartir lo que en un principio pudiera ser una actividad tormentosa en un tiempo de y animarse unos a otros a superarse.

5. Cuéntale a tus amigos que estás haciendo ejercicio.

No pasaron muchos días después de que comencé a entrenar, cuando ya algunos amigos y conocidos me empezaron a preguntar acerca de lo que estaba haciendo porque mi forma de caminar se veía incuestionablemente adolorida (Jajaja).

Con el paso de las semanas, mis músculos se fueron tonificando, empecé a perder grasa y a ganar fuerza. en mi carácter también porque estaba decidido a no rendirme hasta que la práctica de hacer ejercicio se convirtiera en un hábito en mi vida. Unos meses después la ropa ya me quedaba grande y fue entonces que tuve que comprarme ropa más chica.

Debo decir qué en los últimos meses, cada semana al menos dos personas me preguntan que si estoy a dieta porque me ven más delgado cada vez. Un par de imágenes pueden hacer evidente el porqué del punto anterior.

Asegúrate de hacer más productivo tu esfuerzo al hacer ejercicio considerando algo más.

Conocer una estrategia no es suficiente para obtener los resultados deseados, y cuando se trata de hacer ejercicio, la aplicación de las estrategias es vital para asegurar su efecto en ti. Así que recuerda:

  • Disfrázate de deportista.

  • Busca un entrenador profesional.

  • Paga por el entrenamiento, aparta un tiempo y esfuérzate.

  • Entrena con un ser querido.

  • Cuéntale a tus amigos.

Un aspecto más que debes de considerar es cuidar el ambiente en el que te mueves. Tu mente está recibiendo mensajes todo el tiempo y tu dialogo interno se ve influenciado por los estímulos de los mensajes a tu alrededor.

Es por eso por lo que me encantan las frases que están escritas en la pared de URBAN WORKOUT, el lugar donde entreno TRX, porque me están recordando e inspirando todo el tiempo ideas como las siguientes:

  • El precio de la disciplina siempre es menor que el dolor del arrepentimiento.

  • Prohibido rendirse, respira hondo y sigue.

  • El ejercicio no solo cambia tu cuerpo, también cambia tu mente, tu actitud y tu estado de ánimo.

  • Disciplina es saber escoger entre lo que queremos ahora y lo que queremos para siempre.

  • Tu cuerpo escucha lo que tu mente dice.

Tú eres responsable por tu salud física y mental, así que considera el tener una ayuda profesional para avanzar hacia una mejor calidad de vida. Busca un coach.


 
 
 

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