5 formas de alimentar tu alma.
- Jorge A. Jara
- 26 oct 2017
- 3 Min. de lectura

Sabemos que los seres humanos somos cuerpo, alma y espíritu. Generalmente somos conscientes de cómo alimentamos nuestro cuerpo, reconocemos el hambre y comemos para satisfacer esa necesidad; pero ¿reconocemos cuando nuestra alma tiene hambre?
El alma tiene que ver con nuestros pensamientos y emociones. Generalmente no somos conscientes de cómo alimentar a nuestra alma e inclusive que tipo de dieta le estamos procurando.
En este artículo compartiré 5 formas de alimentar tu alma cuidando, al igual que en una dieta saludable, que el alimento sea de buena calidad y que esté en buen estado.
1) Escucha música que te produzca buenas emociones.
Soy músico de profesión y considero que la música es, en la mayoría de los casos, un buen alimento para el alma. Dependiendo de tu personalidad y gustos particulares, puede ser que una danza rusa o una canción romántica ponga una emoción positiva en tu alma.
Pero si sabes tocar un instrumento musical, la experiencia es mucho más enriquecedora que solamente escuchar y disfrutar de la música. La música es un lenguaje universal y por ende un medio de expresión en el cual hay un mensaje que se comunica con una interpretación personal. La música sirve para evocar emociones intensas y definitivamente hace vibrar tu alma.
2) Inspírate y sueña en grande.
Tener anhelos y sueños nos motiva a actuar, a pensar en como resolver situaciones cotidianas enfocados en lo que queremos lograr. El sentido de estar trabajando para lograr algo a mediano o largo plazo nos permite desarrollar paciencia y perseverancia. Un sueño te hace vibrar y al realizarlo encuentras satisfacción para el alma.
Tomarse el tiempo para visualizar tu sueño es alimentar el alma. Busca imágenes de lo que quieres lograr, has un collage, dibuja o imprime fotografías y pegalas en lugares visibles para que estes recordando constantemente tus sueños.
3) Lee libros que te inspiren a crecer.
Leer estimula la mente a pensar y a crear, esto es esencial para una buena salud intelectual, lo cual tiene que ver directamente con el alma. Escoge un libro del tema que te interese conocer más y aparta un tiempo para leer.
Busca un lugar con buena luz, donde puedas estar cómodo y define un tiempo para tu lectura. Quita los distractores y disponte a nutrir tu alma con una buena lectura.
4) Medita en tus conductas.
Pensar de manera concentrada y enfocada en nuestras conductas nos va a llevar a conectar con nuestras creencias fundamentales. La mayoría de las veces hay emociones vinculadas a nuestras conductas y es bueno pensar en como estas emociones las podemos aprovechar a nuestro favor.
Escribe, como resultado de esa meditación, las emociones que reconoces detrás de tus conductas y que consecuencias buenas o malas resultan de manejarlas como lo haces. Haz los ajustes necesarios y sigue creciendo en inteligencia emocional.
5) Escribe las cosas buenas que pasan en tu vida.
Pasar las experiencias buenas del día por la pluma, es recordar enfocados en lo que consideramos bueno y pensar con mayor detenimiento en la necesidad de ser agradecidos por las cosas que nos pasan y que tenemos en nuestra vida.
Escribir también nos permite liberar nuestra memoria y tener la mente clara para poder relajarnos o concentrarnos en otras ideas que probablemente estaban reprimidas por las cosas urgentes o relevantes de nuestro diario vivir.
Así que equilibra la dieta para tu alma escuchando música, soñando, leyendo, meditando y escribiendo. Nutre tu vida de manera consciente y admira el potencial que tienes para lograr todo lo que te propones simplemente cuidando más este importante aspecto de tu ser que es TU ALMA.
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